jueves, 17 de junio de 2010

Camino de metodos anticonceptivos a su total difusión: Margaret Sanger y Maria Stopes

En el siglo XX se produjo una revolución en el pensamiento de los métodos anticonceptivos. En años anteriores, las zonas de Europa occidental y Norteamérica adoptaron medidas para reducir el número de hijos en la familia. Esta medida se logro implementar con éxito. Sin embargo, las principales personas, médicos, que se oponían al control de la natalidad eran los primeros que desechaban la ida del uso de cualquier tipo de métodos, pues lo consideraban ineficaces. Por esos días, los métodos anticonceptivos no eran conocidos ni eran variados ni mucho menos estaban al alcance de todos. Los beneficiados de estos eran principalmente la clase media y clase alta ya que, eran pocos los médicos que lo proporcionaban y a un costo muy elevado. Ante esta situación aparecen dos mujeres que se unieron para fomentar el uso de los métodos anticonceptivos. La primera de ellas, Margaret Sanger, se mudó a Nueva York en 1911 y fue una enfermera que descubrió los diversos problemas que aquejaron a las mujeres pobres: los embarazos no deseados[1]. Sanger al regresar de un viaje de Francia, en 1913, quedó asombrada por la gran diferencia entre las mujeres pobres francesas con las americanas en los usos de los métodos anticonceptivos. Es por esta razón que quiso aplicar un “control de natalidad” para poder separar el antiguo tema de la restricción de la natalidad y lo que proponía Sanger: proliferación de los métodos anticonceptivos. Puso mucho esfuerzo para que las masas obreras de Estados Unidos tuvieran acceso e información; sin embargo tuvo muchas trabas al comienzo. Asimismo creó el Tratado de Sanger:
“El tratado de Sanger, Family Limitation, que describía para beneficio de las
parejas de la clase obrera el uso de irrigaciones vaginales, preservativos y
pesarios, fue prohibido por el gobierno federal.”

Maria Stopes fue otra mujer preocupada por los temas sexuales, al igual que Sanger. Las dos se conocieron en Inglaterra, en uno de los viajes de Sanger. En 1916 ya era reconocida en Estados Unidos pro su constante lucha con los temas sexuales. Dicto conferencias por todo el territorio americano sobre la defensa del control de la natalidad, asimismo, abrió una clínica en Brooklyn, lo cual no agrado mucho a los funcionarios americanos y la encarcelaron. Este incidente no fue impedimento para Sanger inicie una campaña a favor de los pobres, para que estos tuvieran sus propios centros clínicos, supervisados por médicos. Tras esta iniciativa, ella misma instaló una clínica en 1923.[2]
Como mencionamos líneas arribas, Marie Stopes fue una mujer que también luchó por los temas de sexualidad. Su interés por esto provino de su matrimonio en 1912. Pues, en esa época post primera guerra mundial, las mujeres no tenían una perspectiva sobre la sexualidad. Tras su matrimonio consumado, por la falta de conocimientos (su marido padecía de impotencia). Stopes decidió estudiar muy a fondo todo lo relacionado sobre la sexualidad. Publicó un libro en 1918 “Amor conyugal”; el cual fue muy popular y vendió mas de un millón de ejemplares[3]. El libro trataba sobre la satisfacción de la mujer en el matrimonio, que tenía derecho a hacerlo; sin embargo trato someramente sobre el tema de control de la natalidad. Debido a la popularidad, recibió muchas cartas de lectores que le hacían saber sus problemas. Y ahí fue que Stopes se dio cuenta que muchos de estos problemas eran sobre la fertilidad y que afectaban la relación matrimonial. En 1918 publicó otro libro “Sabiduría Paternal” que inspirado por las preguntas de sus lectores. En este libro sí profundizo sobre el control de la natalidad, incluyó figuras sobre los órganos reproductivos e información sobre diversos métodos anticonceptivos de la época. Stopes quería que la información que ella brindaba fuese captada por todas las clases. Pero, sabía que no era así; que las clases obreras no tenían acceso a sus libros. En 1921 Stopes abrió una clínica especialmente a estas personas de esa clase y para hacer ver a los funcionarios que tenían responsabilidad sobre estos.
Como se observó estas mujeres tenían intereses en común: la difusión de temas de sexualidad y de los diversos métodos existentes para el control dela natalidad en los sectores social-económicamente bajo. Esto debido a alta tasa de mortalidad materna e infantil asociadas a las familias de numerosos integrantes[4]. Atrás de todo este movimiento existió una preocupación eugenésica en cuanto ala “mejora de la raza”[5]. Es decir, querían que la clase baja atenuara el nacimiento de nuevas generaciones; por eso el acceso fácil de los anticonceptivos en contraste con las clases media y alta. Además creían que la limitación del número de hijos era una razón no solamente económica sino moralmente aceptable; ya que la anticoncepción no sólo estaba ligado con el placer, sino va más con lo que la mujer pueda sentir y expresarse libremente.[6] Asimismo, crearon una advertencia sobre lo que pudiese ocurrir con la falta de control en la fertilidad.
En el siglo XX se había creado un nuevo rol de la mujer en la sexualidad, pues ya estaban mas informadas, además que disfrutaban su vida sexual plenamente. Así el rol de madre fue superado por el de esposa. La guerra contribuyó a que la mujer sea reconocida por ser una pieza importante en la guerra, lo que dio a que ejerzan su derecho a voto. Además sirvió para que los temas de sexualidad como las enfermedades y el control de natalidad pudiesen ser hablados con naturalidad.



[1] Cfr. McLaren, Angus 1993: 251
[2] Cfr. McLaren, Angus 1993: 252
[3] Cfr. McLaren, Angus 1993: 252
[4] Cfr. McLaren, Angus 1993: 253
[5] Cfr. McLaren, Angus 1993: 253
[6] Cfr. McLaren, Angus 1993: 253

Bibliografía:

MCLAREN, Angus.Historia de los anticonceptivos: de la antigüedad a nuestros días. Madrid : Minerva, 1993

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